viernes, 12 de junio de 2009

EL EXPRESIONISMO, PRINCIPAL VERTIENTE


por Cecilia Carchi

César Andrade Faíni, pintor quiteño (1913) es considerado uno de los más importantes representantes de la plástica ecuatoriana, por ello sostuvimos un diálogo en torno a lo que él considera las vertientes más importantes de su plástica.

¿Cuáles son los temas o vertientes más importantes de su plástica?
El hombre, en todas sus manifestaciones: sus alegrías, tristezas y dramas. He tratado temas folclóricos, paisajes de la costa y sierra, pero fundamentalmente el centro de mi plástica es el ser humano.

¿Podría hacernos una evolución en cuanto a escuelas o géneros en los cuales se ha inscrito desde que comenzó a pintar?
La primera época está ligada a un realismo académico, que aprendí en la Escuela de Bellas Artes, posteriormente he evolucionado a otros ismos, pero sobre todo he permanecido en el expresionismo. El primero está ligado a la expresión externa. El expresionismo es un movimiento que viene de adentro hacia fuera, es además captación de lo que el hombre siente o piensa. En síntesis podríamos decir que el expresionismo surge en oposición a la cuestión objetiva.

Algunos críticos sitúan al feísmo como corriente pictórica, ¿su pintura estuvo alguna vez en esa línea?
Puede que haya habido algo relativamente feísta. Para mí no es una corriente pictórica, aunque algunos teóricos la definen como tal, es más bien una forma de mirar las cosas.

¿Qué importancia le concede al elemento geométrico? Puede decirse que una etapa de su pintura tiene influencia del cubismo? ¿Cómo plantea los tres conceptos básicos: perspectiva, volumen y espacio?

Para mí la geometría es una manifestación matemática y el cubismo no, tuvo otro sentido. Dentro del abstraccionismo hay una serie de tendencias: la geométrica, la lineal, que no he hecho. A través de los años uno va cambiando. La pintura para mí son dos dimensiones y no tres. En mi pintura no hay volumen, hay únicamente dos: ancho y alto. Si hay una tercera dimensión está más bien sugerida. Hacia los años 50 y 55 rompí con la perspectiva tradicional o lineal. En síntesis puedo decir que la perspectiva no me interesa, el volumen es para la escultura. En la pintura debe haber solamente dos dimensiones y en eso soy totalmente radical.

¿Podría decirnos cuál es la tendencia que predomina en la actualidad en la pintura de César Andrade Faíni?
Desde que comencé a pintar mi plástica ha tenido un carácter muy personal: la forma de componer el color y estructurar el cuadro. Alguna vez Juan sin Cielo decía que en la pintura no se necesitaba ver la firma de quién se trataba, de eso hace ya 40 años y aún continúa vigente. Juego mucho con la línea curva, de la cual algunos críticos han dicho que es sensual.
¿Tiene colores que utilice con más frecuencia?
De acuerdo a la temática. En toda la trayectoria de la pintura uno cambia la paleta. En estos últimos años he trabajado mucho con verdes y azules. Generalmente hay toda la gama cromática.

Retrospectiva
Faini ingresa en 1930 en la Escuela de Bellas Artes de Quito, concluye sus estudios en 1937, año en que publica su tesis de grado Miseria social. En 1938 realiza su primera exposición individual en nuestra ciudad, en el 43 se establece en Guayaquil. De 1954 a 1978 ejerce en la institución donde cursó sus estudios académicos la cátedra de pintura.

El crítico de arte Juan Castro y Velásquez ha expresado de su pintura: “El paisaje como género histórico, cultivado solamente desde finales del siglo XIX en el Ecuador, ha encontrado público conocedor de la valía de su obra… El ambiente de triste belleza lo logra Faíni utilizando unas veces la perspectiva invertida”.

Faini trabajó durante su vida en su taller, donde se evidencia una ausencia total de cuadros. De los pocos que quedan permanecen No está el hombre y hay paz; Cabeza de poeta, óleo sobre tela basado en un boceto que realizó en París en 1980, del escritor Jorge Enrique Adoum; El guaraguao, óleo sobre tela inspirado en un cuento de José de la Cuadra; Carnavalera, estudio que realizó en 1977.

Los retratos tienen un papel predominante en la plástica de Andrade Faini. Ejemplo de ello son: Retrato de mi padre, cuadro realizado el mismo año en que muere; Retrato de Estuardo Maldonado, Guayaquil 1976; Retrato de Enrique Martínez Serrano (1956). Otros en cambio se sitúan en diferente línea; Piazzeta dietro il Duomo (Arezzo, Italia, 78); Cabeza de loco (carbón, 1936); Desnudo femenino (1981) y otro en 1977 elaborado en técnica de sanguina. La figura femenina –en su mayoría desnudos- ocupa también un sitial de preferencia en la temática del pintor.